En la línea de los trabajos anteriores, el principal reto de este trabajo fué el aprovechamiento del espacio. De un apartamento angosto, con espacios desaprovechados y con los techos y suelo oscuros, de nuevo tiramos abajo todo. Levantamos planos en blanco para empezar de cero y convertirlo en lo que veis en las imágenes. La idea sobre la que todo el trabajo rondó era convertir un hogar de montaña y de disfrute con familia y amigos. Debía ser un lugar con cabida a muchas camas, divertido, con cocina abierta para provocar conversación y cocinar entre varios, con comedor para muchos comensales, chimenea con sofá de gran tamaño para las largas veladas con buen vino… Salón en doble altura para diferenciar las estancias. Suelos de roble, techos y paredes blancas para potenciar la luz, dormitorios con vestidor y cuarto de baño incorporado, una divertida habitación con capacidad para 6 niños con su cuarto de baño con ducha y bañera para los más pequeños. Decoración práctica en cuanto que no hay mucho tapizado y el mantenimiento es mínimo.